Como en los mamíferos difícilmente encuentran lactosa después del destete, la mayoría de los adultos tienen bajos niveles de , en consecuenciaβ-galactosidasa gran parte de la lactosa que ingieren progresa a través de sus tractos digestivos hasta el colon, donde la fermentación bacteriana genera grandes cantidades de CO2, H2 y ácidos orgánicos irritantes. Estos productos causan el molesto y casi siempre doloroso malestar digestivo conocido con intolerancia a la lactosa.
La intolerancia a la lactosa, que una vez se consideró un
trastorno metabólico, actualmente es la norma en adultos humanos, en particular
en los descendientes de africanos y asiáticos. Sin embargo, es curioso observar
que los niveles de β-galactosidasa
disminuyen muy poco con la edad en los descendientes de poblaciones que históricamente
utilizaron los productos lácteos a diario para la nutrición durante toda la
vida……….
Donald Voet, J.G. et all (2007): Fundamentos de bioquímica.
Ed. Médica Panamericana.
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